¿Necesitas una extracción dental? Conoce el procedimiento correcto

por Wildsmile

Hoy en día extraer un diente significa el principio de un complejo tratamiento odontológico, ya que el espacio que queda sin diente es de vital importancia reponerlo con un procedimiento de IMPLANTOLOGÍA DENTAL, de no hacerlo, podría conllevar serios problemas como desplazamiento de las demás piezas dentales, pérdida de la densidad ósea, problemas de maloclusión y hasta del habla.

Extracción dental: ¿Simple o planificada?

La extracción dental o exodoncia es el procedimiento que se encarga de la eliminación completa de un diente y solo se debería realizar cuando es absolutamente necesario, desgraciadamente hay casos en los que se realizan extracciones cuando aún el diente es candidato para salvarse, pero por un mal diagnóstico o poca profesionalidad del odontólogo, se termina por extraer el diente. Existen dos tipos de extracción: simple y planificada, también llamada quirúrgica.

- La extracción simple es realizada cuando los dientes son visibles en la boca o en el borde de las encías, los odontólogos generales son los que suelen realizar este tipo de extracciones, y no conllevan grandes problemas.

- Las extracciones planificadas se realizan cuando el diente no ha brotado en el borde de las encías o se encuentra roto por debajo del borde de las encías. También se suele utilizar cuando las raíces son curvas, enredadas o muy largas.

La importancia de planear adecuadamente una extracción dental quirúrgica

Planear bien una extracción dental es indispensable, porque gracias a esto, no solo resolveremos el problema del diente dañado que necesita ser extraído, sino también, estaremos asegurando que los implantes o puentes sean un éxito. Como ya lo dijimos anteriormente, la extracción dental es el inicio de un nuevo tratamiento, ya que el espacio debe ser reemplazado.

Antes de realizarte la extracción dental, tu odontólogo te hará un examen de diagnóstico e historial clínico, también te pedirá realizarte exámenes de sangre (hemoleucograma, tiempo de tromboplastinas, tiempo de coagulación) estos son muy importantes, porque si se tienen deficiencias en los glóbulos, plaquetas o tiempos de coagulación, afectarán de manera considerable los procesos de curación y regeneración de los injertos. Las radiografías de perfil y las ortopantomografías (tomografías panorámicas) son parte fundamental de los estudios previos, ya que no solo se observan todos lo dientes sino también el maxilar y la mandíbula.

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Conocer al paciente

Para el odontólogo es fundamental conocer perfectamente a su paciente que es candidato a una extracción dental, por eso los estudios preliminares. Pacientes con principio de diabetes, hipertensión, con enfermedades crónicas, colesterol y triglicéridos altos, tienen que ser canalizados primero con el especialista para tratar ese tipo de enfermedades. Por poner un ejemplo, pacientes con colesterol o triglicéridos altos, no presentan una buena absorción del injerto, lo que retrasa el proceso de cicatrización e inclusive, puede ser necesaria una segunda intervención quirúrgica. Ahora bien, conocer el historial médico es también vital, ya que si el paciente toma ciertos medicamentos, como bifosfonatos, no se le podrá realizar la extracción, ya que este tipo de medicamentos pueden ejercer un efecto negativo sobre la recuperación ósea después de cualquier lesión como una extracción dental.

En conclusión, hacer todo en forma y como debes ser toma su tiempo, de ahí la importancia de planear bien una extracción dental. Considera que al tener un diente faltante la reabsorción o la pérdida de hueso es notable en el primer año, entonces es importantísimo contrarrestar ese proceso de descalcificación antes de los 6 meses con un tipo de sustitución dental como un puente o un implante dental.

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